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ARI: “La reactivación no es sólo un eslogan, es también definir adecuadamente las necesidades territoriales”

Para el Consejo Regional de Aysén, como para los representantes de las provincias de General Carrera, Capitán Prat y Coyhaique; Arcadio Soto, Rodrigo Rivera y Pablo Guglielmi, respectivamente, la definición del Anteproyecto Regional de Inversiones (ARI) 2026 es clave para enfrentar la descentralización. Sin embargo, hay que mejorar urgentemente la planificación de las necesidades territoriales.

Tras extensas sesiones de la Comisión Ampliada de Presupuesto e Inversiones, donde se revisó el ARI correspondiente al próximo año, se presentaron los alcances de la proyección de Salud para la Región de Aysén. En ella pudo observarse entre la programación y la ejecución presupuestaria, que ha generado brechas originadas -principalmente- por retrasos en pagos de proyectos emblemáticos como el Hospital de Chile Chico y el CESFAM de Coyhaique.

Para Arcadio Soto, Core de General Carrera, “contar con una proyección clara y de largo plazo en materia de inversión pública no sólo permite ordenar prioridades, sino también asegurar que los recursos lleguen con oportunidad y pertinencia a los territorios que más lo necesitan”, explicó.

Asimismo, insistió que “El fomento productivo debe ser una prioridad estratégica para el desarrollo de Aysén. Como Consejo Regional, hemos insistido en ello porque nuestra región enfrenta desafíos estructurales, especialmente en las zonas rurales, donde aún existen importantes brechas en infraestructura, servicios y oportunidades económicas. Sectores como el turismo —que es una de nuestras principales fortalezas— requieren inversión sostenida en infraestructura habilitante, conectividad y formación de capital humano local. Del mismo modo, es esencial apoyar con mayor decisión al sector campesino, que forma parte esencial de nuestra cultura y es el sustento de muchas familias de nuestra región”.

En concordancia, afirmó que “es fundamental reforzar el apoyo a las pequeñas y medianas empresas, que son el motor de nuestras economías locales. El ARI 2026 debe ser una herramienta que traduzca las demandas ciudadanas en acciones concretas, con enfoque territorial y visión de futuro”.

En ese contexto, se analizó la amplia cobertura regional de los programas ejecutados por Sercotec. No obstante, también se plantearon observaciones sobre la necesidad de fortalecer y ampliar dicha cobertura, particularmente en los instrumentos Crece y Capital Semilla, que en años anteriores no lograron alcanzar un porcentaje significativo de beneficiarios, a pesar de la alta demanda registrada a nivel regional. Con miras al año 2026, se proyecta beneficiar al menos al 20% del total de postulaciones en ambos instrumentos.

Rodrigo Rivera, consejero de Capitán Prat, la solicitud del Cuerpo Colegiado se centra en “plantear la necesidad de ampliar la cobertura de programas sociales que han demostrado ser exitosos y generar cambios positivos en nuestras comunidades. También propusimos revisar el monto del subsidio de calefacción en Aysén. Aunque la cobertura ha aumentado, los costos asociados al frío extremo siguen creciendo, y el monto del subsidio se ha mantenido congelado por años, lo que hoy resulta insuficiente”.

“En materias, como -por ejemplo- de salud, solicitamos evaluar el actual convenio de programación e incorporar nuevas iniciativas. Una de las urgencias más sentidas es la reposición de ambulancias, especialmente para comunas más alejadas como Cochrane. Hoy, los pacientes deben hacer trasbordos en plena carretera para llegar al Hospital Regional, una situación inaceptable, sobre todo en invierno. Nuestro compromiso es seguir insistiendo en una inversión pública justa, equitativa y con mirada territorial para mejorar la calidad de vida de todos los ayseninos.”

Frente a uno de los temas sensibles para la comunidad, que es la seguridad, el Core por Coyhaique Pablo Gugliemi, manifestó que “es una falta grave y preocupante que el Ministerio de Seguridad Pública, a través de su Seremi Regional, no se haya presentado para exponer avances o presupuestos comprometidos en materia de seguridad pública para la Región de Aysén. Prácticamente, la ciudadanía ha quedado sin información sobre iniciativas y recursos destinados a la prevención y trabajo en esta materia. Considerando que es un ministerio ya instalado en el país y la región, es decepcionante no haber visto resultados tangibles de su trabajo”.

También insistió que “un dato alarmante es que, según la Fiscalía, los homicidios han aumentado un 400% en la ciudad de Coyhaique al 2024. Además, los delitos por robo e inseguridad ciudadana siguen siendo una preocupación para nuestros ciudadanos. Es fundamental que el Ministerio de Seguridad Pública rinda cuentas y proporcione información clara sobre sus planes y acciones para abordar estos problemas en nuestra región”.

Para los tres representantes, es fundamental “que el gobierno central escuche y considere las discrepancias que surgen desde los territorios. Cada consejero regional tiene una mirada directa y cercana a las realidades de su provincia, y hasta ahora, esa voz no ha sido suficientemente tomada en cuenta”. No obstante, “debemos ser claros: la responsabilidad de financiar el desarrollo regional no puede seguir recayendo únicamente en el Gobierno Regional de Aysén. El Estado, a través del gobierno central, tiene el deber de responder con recursos concretos a las necesidades reales de nuestra gente”, acotaron.

Anteproyecto Regional de Inversiones (ARI)

En un contexto donde la descentralización y la autonomía regional se mantienen como desafíos centrales para Aysén, el Consejo Regional (CORE) reafirmó su compromiso político en la aprobación y seguimiento del Anteproyecto Regional de Inversiones (ARI), el pasado viernes 27 de junio en sesión plenaria, considerando que este instrumento no sólo es una herramienta técnica para priorizar inversiones, sino que se constituye en un espacio político vital donde la región puede ejercer mayor control y voz sobre los recursos públicos que se destinan a su territorio, enfrentando así la histórica centralización que limita el desarrollo de Aysén.

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