En el último Boletín Estadístico de Empleo Trimestral, correspondiente a junio-agosto de 2024, la Región de Aysén presenta cifras que reflejan una evolución positiva en el mercado laboral. La tasa de desocupación regional cayó a un 4,2%, marcando una disminución de 2,3 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año anterior. Este indicador se debe, principalmente, al crecimiento de la población ocupada, que registró un aumento de 2,4% en los últimos doce meses.
Aumento en el empleo formal
El informe destaca que el incremento en la ocupación fue impulsado mayormente por trabajadores asalariados formales, quienes crecieron un 4,4% interanual. Además, sectores como la administración pública y los servicios de alojamiento y comida mostraron alzas significativas del 9,2% y 21,4%, respectivamente, contribuyendo a la creación de empleo en la región.
Persisten los desafíos en la ocupación informal
A pesar del panorama positivo, la informalidad sigue siendo un tema a abordar. La tasa de ocupación informal aumentó ligeramente en 0,3 puntos porcentuales, alcanzando un 30,5%. En particular, el empleo informal creció un 3,3% en hombres, mientras que disminuyó en mujeres un 0,9%. Este incremento se ve reflejado en las personas trabajadoras por cuenta propia, que registraron una caída del 9,5%.
Disparidades entre hombres y mujeres
La brecha de género en el desempleo también se refleja en este boletín. La tasa de desocupación femenina es del 5,7%, mientras que la masculina se sitúa en 3,0%. A pesar de la mejora general, las mujeres aún enfrentan desafíos en términos de participación laboral, la cual disminuyó en 1,2 puntos porcentuales, situándose en 64,8%. En contraste, la participación masculina se mantuvo estable en 76,5%.
Panorama para los próximos meses
El boletín ofrece una mirada alentadora para la región, a pesar de que persisten desafíos en la informalidad y el empleo femenino. Las autoridades y sectores públicos están llamados a implementar políticas que reduzcan estas disparidades y fortalezcan la formalización del empleo, especialmente en sectores críticos como la construcción, que registró una caída del 18,6% en ocupación.
La región de Aysén sigue avanzando en términos de empleo, con un mercado laboral dinámico que se adapta a los cambios económicos actuales.